¿Cuales son las brechas de competencias del personal de software que afectan a los proyectos de software?
Hoy en día, la innovación y la calidad de los productos y servicios de la industria del software dependen en gran medida del conocimiento, la capacidad y el talento aplicados por los ingenieros de software. De hecho, una de las preocupaciones de la industria de software está relacionada con el desarrollo de su talento humano. Además se reconoce al desarrollo de software como una actividad céntrica y socio técnica afectada por factores humanos como competencias técnicas y genéricas que afectan al proceso de desarrollo de software de calidad. Al mismo tiempo, los aspectos humanos son reconocidos como uno de los principales problemas asociados con los proyectos de desarrollo de software. Más específicamente, las ineficiencias suelen provenir de una verificación inadecuada de las competencias de los ingenieros de software. Se menciona que la falta de una carrera establecida para ingenieros de software, es lo que añade dificultades para evaluar las competencias. Por tal motivo se analizará las brechas de las competencias técnicas y genéricas entre lo que ofrece el mercado y lo que debe contratar una empresa de desarrollo de software.
Competencias.
Las competencias se han vuelto un eje estratégico para la investigación académica y educativa siendo así adoptadas por las empresas a partir de los años 90s como un sinónimo de mejor rendimiento pero la realidad no es así. La competencia abarca la relación entre los seres humanos y las tareas del trabajo, es decir no se trata solo del conocimiento y las habilidades designadas como “competencias técnicas” sino como estos deben de ser aplicados para desempeñar un puesto determinado en la organización que involucra ciertas actividades o trabajos de manera más eficiente. Las competencias que permiten un desempeño competente y no son vinculadas a una actividad son llamadas “competencias genéricas”. Estas competencias permiten a los individuos adaptarse mejor a los cambios de una manera más rápida y eficiente. Las competencias genéricas pueden ser cruciales no sólo para el éxito de los proyectos de TI, sino también para una amplia gama de contextos organizacionales, incluyendo a todos los trabajadores que desarrollan conocimiento. Una brecha surge cuando una competencia poseída por un individuo está por debajo de lo que se requiere para que el experto realice la tarea de manera eficiente. Entre las competencias evaluadas se tiene a las siguientes.
Una carrera para el profesional de software.
En el mundo de las tecnologías de la información / sistemas de información, hay una carrera específica, que incluye varias posiciones: programador, analista, gerente de TI y, eventualmente, director de información(SCRUM: Product Owner,Scrum Master,Scrum Team). Sin embargo, la carrera de ingeniería de software es mucho menos establecida y no se han acordado definiciones de funciones claras. A pesar de ello, iniciativas importantes como el Modelo de madurez de la capacidad de las personas (P-CMM) señalan la importancia de establecer estructuras de carrera profesional definidas, documentadas y dirigidas por las organizaciones. Por tal motivo recientemente se presentó una estructura organizacional adaptada al proceso de desarrollo de software, con las competencias genéricas y técnicas para cada rol, necesario para realizar un trabajo competente evaluado en una escala likert (1. Nivel bajo. 2. Nivel medio. 3. Nivel alto. 4. Nivel muy alto.) como se muestra en la figura Nº1.
Durante esa investigación se realizó un análisis que muestra las competencias técnicas que ofrece el mercado en contraste a las competencias que exigen las empresas para desempeñar un cargo o un puesto de trabajo, bajo una estructura organizacional que está inmersa dentro del desarrollo de software. Figura Nº2.
Los resultados mostraron que el rol profesional que presenta competencias más técnicas es ”D”, seguido por ”E” y ”C”. En cuanto a las competencias genéricas, el papel que lleva a la lista es “C”, seguido de “D” y “E”. Estos resultados son coherentes con los niveles de competencia definidos, ya que la posición “D” está en la parte superior de la pirámide de competencias técnicas, así como la construcción de software, los requisitos de software y el diseño de software son las competencias técnicas más valoradas. Mientras que el perfil C se encuentra en la parte superior del trapecio formado por las competencias genéricas. Entre otros resultados se tiene.
0.- No existe evaluación, 3.- Deficiente 6.- Muy Deficiente 9.- Extremadamente Deficiente.
Los resultados corroboran que las competencias técnicas presentan un mayor porcentaje de discrepancias negativas (una gran distancia de lo que se espera a lo que ofrece el mercado) que las competencias genéricas. Para el caso de las evaluaciones realizadas significa que existen más deficiencias técnicas que genéricas. A pesar de este resultado, en ingeniería de software, la dimensión humana a veces tiene mayor importancia que la dimensión técnica, ya que es una actividad basada en la interacción intelectual y social. De hecho, existe abundante literatura empírica que confirma que los aspectos humanos son la fuente de los principales problemas asociados con los proyectos de desarrollo de software. Además, los resultados muestran que los sujetos de posiciones inferiores presentan discrepancias menos negativas que las de los niveles jerárquicos superiores, tanto para las competencias técnicas como genéricas. La competencia de ingeniería de software es la competencia técnica que presenta el gran número de discrepancias negativas para todos los tipos de evaluaciones y, por tanto, la que requiere más formación.
Conclusión.
Los aspectos de personal han sido reconocidos como la fuente de los principales problemas asociados con los proyectos de desarrollo de software. En este contexto, la gestión de recursos humanos en proyectos de desarrollo de software es particularmente crítica. La verificación inadecuada de las competencias de los ingenieros de software suele ser uno de los principales problemas dentro de los proyectos de desarrollo de software. Otra cuestión es la falta de una carrera establecida para ingenieros de software, lo que añade dificultades para evaluar las competencias. Esta circunstancia puede explicarse debido a la investigación relativamente reciente en ingeniería de software, que comenzó a principios de los años noventa. Contrariamente a lo que se suponía, la construcción de software no era la competencia técnica que presentaba el menor número de discrepancias negativas. La competencia técnica que presentó el menor número de discrepancias negativas fue los requerimientos de software, diseño de software y construcción de software.