Lo que toda compañía debe cuidar

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Hemos aprendido que el valor de las compañías se extiende abarcando lo intangible (Ver post aquí) , a eso que no podemos tocar pero sin embargo es también importante cuidarlo.

A la Era Industrial le suplantó la Era de la Información. Las empresas que triunfaban eran aquellas que poseían la mejor información o la empleaban con la mayor eficacia y que no siempre eran las más poderosas.  Pero no nos referimos a información cuando hablamos de lo intangible, sino al conocimiento, la tercera era que suplantó a la de la Información. Ahora, una vez las empresas tienen la información, hay que gestionarla, transformarla en conocimiento y compartirlo.

Para saber cómo actuar en la Era del Conocimiento, hay que tener claros una serie de conceptos clave.

El capital intelectual

El capital intelectual es la suma de todos los conocimientos que posee una compañía y le dan a esta una ventaja competitiva. Reside en sus empleados, procesos, infraestructuras, relaciones con clientes, etc. Es un bien intangible. Es material intelectual que se puede aprovechar para crear riqueza (Stewart, 1997).

El capital intelectual se divide en tres grupos: capital humano, el conocimiento que posee cada individuo; capital estructural, el conocimiento que se genera y formaliza en el ámbito de la estructura y cultura de la organización y capital relacional, relaciones de una empresa con el exterior.

Los activos intangibles

En términos generales, el capital intelectual refleja activos intangibles. Los activos intangibles son un conjunto de bienes inmateriales, no monetarios, que no poseen apariencia física y que actúan como palanca para conseguir objetivos de la empresa.

Los activos intangibles aparecen de numerosas formas y tamaños. Un ejemplo podría ser la capacidad de una empresa para aprender y adaptarse a las nuevas tendencias de la economía de los mercados y de la administración, con énfasis en la gestión del conocimiento como el acto más significativo de creación de valor (Monagas-Docasal, 2012). Otro ejemplo de activo intangible sería la marca de una empresa. Expertos estiman que casi el 40% de la capitalización de mercado de una compañía como Coca Cola, proviene del valor de su marca (Dutta 2007). Por casos como este, podemos decir que los activos intangibles ayudan notablemente al progreso de las compañías.

La gestión del conocimiento

Todos los activos intangibles son de un modo u otro conocimiento. Es esencial que entendamos cómo las decisiones sobre el conocimiento están muy relacionadas con la creación de valor.

La mayoría de ingenieros y diseñadores de software no son enseñados a razonar sobre la creación de valor como un objetivo o sobre cómo, parámetros técnicos, pueden ser manipulados para crear valor. Ejemplos de ellas incluyen la inhabilidad de firmas para contar con el software como un capital de inversión (Selby, 2007).

El conocimiento, supone una ventaja competitiva sustancial lo que significa que las compañías necesitan gestionarlo de manera efectiva.

La gestión del conocimiento consiste en un conjunto de procesos para crear, guardar y compartir conocimiento con el objetivo de lograr objetivos de la compañía (Kruger & Snyman, 2007). Es el proceso de codificar, coleccionar y diseminar los activos intangibles de una empresa. Las compañías ven esto importante porque una vez una organización entiende lo que sabe, el conocimiento puede ser optimizado para mejorar la eficacia y eficiencia y aplicado a la innovación en productos y servicios de oferta.

Con ello, el resultado es una organización capaz de adaptarse a cualquier cambio del entorno y mitigar los riesgos inevitables que surjan y aprovechar todas las oportunidades que se presenten (WisdomSource Technologies, 1998-2013).

Podemos decir entonces que la gestión del conocimiento es uno de los temas más discutidos hoy en día.

El problema surge a la hora de llevarlo a cabo, en implementar prácticas para su gestión por la falta de recursos o tiempo para compartir conocimiento a diario. Los miembros de una empresa no están acostumbrados a hacer documentos para compartir con el resto de manera espontánea y existen dificultades en recolectar el conocimiento tácito (Jumo, 2011). La única manera de gestionar los activos intangibles es preocuparse de su composición y reconociendo su valor para la organización (Axtle-Ortiz, 2013).

La valoración de los activos intangibles

Además de gestionar el conocimiento, gestionar lo que una empresa tiene, hay que valorar lo que tiene.

Diferentes organizaciones en diferentes contextos evalúan su capital intelectual de manera diferente. Sólo es posible comparar organizaciones en el mismo contexto y de industrias similares porque lo que es importante en una, puede no ser necesariamente relevante para la otra de un sector distinto. La localización es también un factor que afecta la valoración del capital intelectual, ya que puede variar de acuerdo a la región (Axtle-Ortiz, 2013).

Existen diversos modelos que tienen por objetivo servir como herramienta para identificar, estructurar y en menor medida, valorar los activos intangibles. Algunos de ellos son: Balanced Business Scorecard, Intellectual Assets Monitor, Navigator de Skandia, Modelo Intelect, Modelo Intellectus, el modelo AIE de valoración de intangibles y MERITUM, entre otros (Verdún, Paguas, & Alberti, 2011).

Un modelo de valoración del conocimiento define las etapas de madurez por las que una organización pasa para mejorar sus prácticas de conocimiento, procesos y su negocio.

Llevar a cabo estas valoraciones es necesario para poder responderse a preguntas como: ¿Es consciente la organización del poder establecido en conocimiento o su importancia como una fuente estratégica? ¿Es mi organización capaz de llevar a cabo una buena auditoría de conocimiento? ¿El conocimiento es compartido entre compañeros? (The Knowledge Compass, Inc, 2006). Establecer el valor de la gestión del conocimiento en una empresa es una de las tareas más difíciles para estas.

 

 

Entender estos conceptos clave en un mundo de cambios vertiginosos es fundamental para una organización. Ser consciente de la existencia del capital intelectual en las empresas, gestionar el conocimiento correctamente y hacer una valoración de los activos intangibles identificándolos previamente, son los puntos clave para que la organización siga a flote y logre sus objetivos de negocio.

No olvidemos que el éxito de las empresas se encuentra cada vez más relacionado con la inversión y gestión en su capital intelectual; de ahí la necesidad de precisar el papel específico de los conocimientos y habilidades en el proceso de su creación, gestión y valoración.

 

Maria-Isabel Sánchez-Segura

Teresa Almandoz de la Fuente

 

Referencias

Stewart, T. A. (1997). Capital intelectual. Rio de Janeiro: Campus29. Link: https://books.google.es/books?hl=es&lr=&id=QewAHzgWxfEC&oi=fnd&pg=PA9&dq=capital+intelectual&ots=l0fpj7sxjH&sig=_7BLTz4EpxPzR5_I7c1o0TDTqb4#v=onepage&q=capital%20intelectual&f=false

Monagas-Docasal, M. (2012). El capital intelectual y la gestión del conocimiento. Ingeniería Industrial33(2), 142-150. Link: http://scielo.sld.cu/scielo.php?pid=S1815-59362012000200006&script=sci_arttext

http://es.slideshare.net/yoharlisrivero/capital-intelectual-humano-estructural-relacional

Dutta, S. (2007). Recognising the true value of software assets. Link: http://www.cytrap.eu/files/EU-IST/2007/pdf/2007-11-INSEAD%20Report%20-%20Recognising%20True%20Value%20of%20Software%20Assets%20FINAL.pdf

Axtle-Ortiz, M. A. (2013). Perceiving the value of intangible assets in context.Journal of Business Research66(3), 417-424. Link: http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0148296312001166

Biffl, S., Aurum, A., Boehm, B., Erdogmus, H., & Grünbacher, P. (Eds.). (2006). Value-based software engineering. Springer Science & Business Media. Link: https://books.google.es/books?hl=es&lr=&id=CAlM6nNPcsgC&oi=fnd&pg=PR6&dq=value+based+software+engineering+barry+bohem&ots=R0PFbQ9-Hy&sig=CUYBIyohGwWOn6y9y33sgI5qAgc#v=onepage&q=value%20based%20software%20engineering%20barry%20bohem&f=false

Selby, R. W. (2007). Software engineering: Barry W. Boehm’s lifetime contributions to software development, management, and research (Vol. 69). John Wiley & Sons. Link: https://books.google.es/books?hl=es&lr=&id=ttaMIFv8bv8C&oi=fnd&pg=PR11&dq=Selby,+R.+W.+(2007).+Software+engineering:+Barry+W.+Boehm%27s+lifetime+contributions+to+software+development,+management,+and+research+(Vol.+69).+John+Wiley+%26+Sons.&ots=yYmkP4qTGk&sig=Jgpxc31q5ippTO6goVu3_luM-NE#v=onepage&q&f=false

Kruger, C. J., & Snyman, M. M. M. (2007). Guidelines for assessing the knowledge management maturity of organizations. SA Journal of Information Management9(3). Link: http://sajim.co.za/index.php/SAJIM/article/view/34

Jumo, I. (2011, September). Knowledge Management Maturity Assessment in the Roads Engineering Environment. In CONFERENCE ON ASPHALT PAVEMENTS FOR SOUTHERN AFRICA (Vol. 10). http://www.aapaq.org/q/2011st/CAPSA2011/FA5_03_50_1063_36_64.pdf

WisdomSource Technologies (1998-2013). The Knowledge Management Maturity Model.

Verdún, J. C., Paguas, B. D., & Alberti, H. G. (2011, June). Taxonomy of indicators of intangible assets for the government IT. In Information Systems and Technologies (CISTI), 2011 6th Iberian Conference on (pp. 1-6). IEEE. Link: http://ieeexplore.ieee.org/xpls/abs_all.jsp?arnumber=5974305&tag=1

The Knowledge Compass, Inc. (2006), Knowledge Optimization Services. Link: www.knowledgecompass.com

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